Las estrategias de mitigación al cambio climático en la producción de cacao orgánico y palma aceitera permitirán reducir sus emisiones de GEI siendo más competitivos y sostenibles
Abierta configuration options
Entre el 15 y 17 de noviembre se llevaron a cabo talleres de capacitación a extensionistas y productores de cacao y palma aceitera del Comité Central con Desarrollo para el futuro de Curimaná (Curimaná), Oleaginosas Amazónicas S.A (Olamsa) y el Comité Central de Palmicultores de Ucayali (Cocepu) en Perú. Estas organizaciones de pequeños productores y la empresa transformadora vienen implementando los modelos de negocios cero deforestación y bajo en emisiones desarrollados en el marco del proyecto Sustainable Amazon Businesses. Este proyecto es liderado por la Alianza Bioversity International y el CIAT, y su socio implementador Climate Focus, y hace parte de la Iniciativa Climática Internacional (IKI) apoyado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) de Alemania.
Los extensionistas de las áreas técnicas de Curimaná, Olamsa y Cocepu conocieron cuál es la huella de carbono de producir 1 kilogramo de racimos de fruta fresca (RFF) de palma y 1 kilogramo de cacao seco.
Miguel Romero, research fellow del departamento de Paisajes Multifuncionales de la Alianza, elaboró un balance de emisiones de GEI en los sistemas productivos predominantes en la región de Ucayali para palma aceitera y cacao. El estudio muestra que para sistemas productivos de palma de baja intensidad (11 t RFF/ha) sin cambio de uso del suelo las emisiones de GEI son de 0.09 kg CO₂eq/kg RFF; mientras que en un sistema de alta intensidad (25 t RFF/ha), sin cambio uso de suelo las emisiones alcanzan 0.19 kg CO₂eq/kg RFF. Sin embargo, cuando se incluye el factor por cambio de uso de suelo el sistema de baja intensidad llega a emitir 2.94 kg CO₂eq/kg RFF, mientras que en el sistema de alta intensidad alcanza los 1.44 kg CO₂eq/kg RFF.
Por su parte, el estudio sobre la huella de carbono en la producción de cacao muestra que un sistema orgánico sin cambio de uso del suelo emite 0.87 kg CO₂eq/kg cacao seco; mientras que en un sistema convencional tecnificado sin cambio de uso se emite 2.45 kg CO₂eq/kg cacao seco. Al incluir el factor de emisiones por cambio de uso de suelo el sistema orgánico asciende a 34.44 kg CO₂eq/kg cacao seco, mientras que el sistema convencional tecnificado se incrementa a 20.61 kg CO₂eq/kg cacao seco. El balance de las emisiones en la etapa productiva permitió a los investigadores identificar las actividades críticas en el proceso y poder delinear estrategias de mitigación. Entre las prácticas de mitigación destacan la implementación de sistemas agroforestales, la optimización en la aplicación de fertilizantes y enmiendas y la promoción de siembra en áreas de bajo valor ecológico.
Piedad Pareja, asociada de investigación del departamento de Paisajes Multifuncionales indica que “Evitar la deforestación del bosque y dirigir el establecimiento de la palma y el cacao a zonas ya intervenidas o degradadas es la estrategia con mayor impacto en la mitigación al cambio climático”.
Los productores de palma aceitera y cacao asistieron a talleres de sensibilización sobre los efectos del cambio climático, las estrategias para su mitigación y la importancia de la conservación de bosques. Los pequeños productores reconocen los bienes y servicios que proveen los bosques para su vida diaria. Es así que, frente a las intervenciones antrópicas que afectan las áreas de bosque, los productores de cacao y palma aceitera identifican cambios en el clima (aumento de temperatura), el ciclo del agua (menor calidad y cantidad de agua), degradación de suelos que perjudica sus áreas productivas, y disminución de los recursos como animales de caza y plantas medicinales.
La deforestación es un problema importante para la región Ucayali. El Ministerio del Ambiente de Perú reportó 47 267 hectáreas de bosques perdidos durante el 2020, la mayor cifra en los últimos 19 años. Si bien la palma aceitera y el cacao no son las causantes de la deforestación total, sus áreas de producción de ubican en zonas de frontera agrícola donde resulta necesario diseñar e implementar estrategias para una producción libre de deforestación y baja en emisiones GEI.
El proyecto SAB trabaja junto a Curimaná (cacao orgánico) y Olamsa – Cocepu (palma aceitera y derivados) en la implementación de modelos de negocio libres de deforestación y bajo en emisiones GEI. Mediante el proyecto se desarrollan pilotos de negocios que demuestren ser económicamente rentables, listos para inversión y socialmente inclusivos.